¿De verdad crees que te va a tocar?

Se acerca el sorteo de la lotería de Navidad y aunque sabemos que nuestras probabilidades de ganar son remotas seguimos gastando mucho dinero en juegos de azar, pero la realidad es bien distinta...
Queríamos analizar este hecho desde un punto de vista científico porque queremos saber más sobre los factores psicológicos y sociales que nos llevan a gastar tanto dinero en algo tan fútil como el azar.
El doctor Kevin Bennett en un artículo de "Psychology Today" ha recogido los seis sesgos cognitivos que nos llevan a pensar  que es buena idea invertir en lotería.
Optimismo realista
¿Sabes de verdad lo probable que es que te toque?
¿Por qué algunas personas mantienen una actitud exageradamente optimista a pesar de que la experiencia demuestra que deberían ser más cautos? parece ser que nos aferramos a la más mínima probabilidad y nuestro cerebro es incapaz de entender la verdadera posibilidad de conseguirlo.
Sesgo de la disponibilidad
¿Por qué no nos puede pasar a nosotros?
Nos gusta creer que ganaremos la lotería porque hemos visto que hay gente que la gana y ¿por qué no podemos ser nosotros esa gente?
Ilusión de control
Como en otros aspectos de la vida creemos que nuestro número es único y especial. Se trata de la tendencia de los seres humanos a creer que pueden controlar o influir en los resultados en los que no tienen ninguna influencia.
Trampas sociales
¿Y si toca?
La sociedad y la publicidad nos incitan a que gastemos nuestro dinero y además ¿voy a ser yo el único idiota de la oficina al que no le toque?
Fácil de justificar
Por muy bajas que sean las probabilidades, la relación coste-beneficio sigue siendo altísima ¿no?
La falacia del jugador
Consiste en que los jugadores creen inconscientemente que la suerte al final lo equilibra todo, por lo que aquellos que vencen en sus últimas apuestas tienden a comportarse de manera más cautelosa , mientras que los que pierden sienten que el universo ha contraído una gran deuda con ellos.

Ahora salid corriendo a comprar lotería...
Flor López